Cuando queremos sustituir nuestras bombillas incandescentes, halógenas o fluorescentes la primera pregunta que se nos viene a la mente es ¿cuánto voy ahorrar con el cambio? Y es normal, ya que es la principal baza usada por fabricantes para potenciar sus ventas.
Y es cierto, suponen un ahorro de energía, pero también debemos ser conscientes que la iluminación LED aporta otra serie de ventajas, como el ahorro en mantenimiento y el tipo de luz que dan. Llegando ésta, a veces, a ser mejor que las halógenas usadas, con la opción de regularse en intensidad si son Dimmables o de generar menor calor, ideal si tenemos varios puntos de luz en la habitación.
AHORRO ENERGÉTICO
En los últimos años la tarifa eléctrica se ha incrementado en más del 60%. Ante esta situación es importante contar con electrodomésticos y dispositivos eficientes energéticamente. Dentro de estos productos la iluminación LED tiene un sitio.
El ahorro que genera una bombilla LED con respecto a otras depende de los vatios que consume pero también de los gastos de mantenimiento. En la siguiente tabla podemos ver una comparativa que podría representar el ahorro de cambiar una bombilla incandescente a un downlight de led.
El precio de una bombilla LED puede variar entre los 10 euros hasta los 60 euros de los últimos modelos; en función de la potencia, ángulo de apertura de la luz y tipo del casquillo.
La iluminación LED ofrece numerosas ventajas más allá del ahorro económico que también es importante. Al ser una fuente de calor menor, proporcionar una luz uniforme y con posibilidad de regular para adaptarla a diferentes usos; así como la opción de los tonos y tipos de color, hacen que sean una gran opción.
Debemos ser conscientes que la inversión inicial es alta. Por eso, una forma aconsejable de cambiar la iluminación de casa por iluminación LED es ir haciéndolo gradualmente, empezando por las habitaciones que más tiempo ocupamos y según se vayan fundiendo o necesiten cambiarse el resto de luces.